Es el título del
libro que Francis Wolff, Catedrático
de Filosofía de la Universidad de París y autor de numerosas obras sobre
filosofía antigua, metafísica y ética, escribió con motivo de lo que muchos
coincidieron en calificar como la “pantomima” catalana. Esto es, el debate que una
comisión del Parlamento Catalán organizó para debatir sobre la abolición (ó no)
de las corridas de toros.
Contrariamente a lo
que en su día (de esto hace ya un par de años) opinaran la mayoría de
aficionados, (todos coincidieron en calificar el debate como una enorme pérdida
de tiempo… parece ser que la decisión estaba ya tomada) yo viví aquellos días
con enorme expectación.
Durante tres días, más
de 30 personas comparecieron ante dicha comisión para exponer públicamente sus
argumentos, a favor y en contra.
Toreros, filósofos,
escritores, científicos con sus respectivas comparecencias no hicieron otra
cosa que poner de manifiesto la DIMENSIÓN y RIQUEZA CULTURAL de las corridas de
toros.
La ponencia de Wolff
fue extraordinariamente brillante y su obra, 50 Razones para Defender la Corrida de Toros, tendría que ser
considerado un libro de culto.
El opúsculo está
destinado tanto a los amantes de las corridas como a sus detractores, la
dedicatoria constituye toda una declaración de intenciones;
¿Le
gustan las corridas de toros?
¡Sepa
defenderlas!
¿No le
gustan las corridas de toros?
¡Sepa
comprenderlas!
Para el filósofo francés, todo es
cuestión de SENSIBILIDAD, Wolff sostiene que tanto los detractores como los aficionados son personas sensibles,
no obstante, la sensibilidad de unos no deba bastar para condenar la
sensibilidad de otros. Con un lenguaje extraordinariamente sencillo y una
estructura muy didáctica, el Vicepresidente del Observatorio Nacional de las
Culturas Taurinas, esgrime 50 razones para comprender mejor la esencia de las
corridas de toros.
“La desgracia es que en la actualidad prolifera una moda oportunista… y
sobre todo completamente ignorante tanto de la naturaleza animal como de la realidad de las corridas de
toros”. FW
En más de una ocasión
he charlado con amigos detractores de las corridas quienes después de leer el
libro de Wolff han continuado mostrándose contrarios a la mismas, pero, han
entendido mejor mi afición y por tanto, la han respetado.
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